Relato de una tarde de viernes
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Quizá era una tarde como todas, solo quedaba tratar de saber como era, "descifrarla" por así decirlo, aún no podía dejar de lado mi metodismo, mi perspectiva analítica, pero creo que era común de mi, era la forma de cubrir mi verdadero yo ante la contingencia de advertirse descubierto. No me quedaba más que esperarla, así que tome mi viejo libro de múltiples hojeadas, con el que siempre me dejaba llevar por la prosa y donde refugiaba mi intranquilidad, y los minutos pasaban cuando la vi llegar, fue algo tan casual, casi familiar. La había citado en el lugar que más me gustaba de la ciudad, pero me remordió el haberle pedido encontrarnos ahí puesto que me parecía de caballeros pasar por ella a donde lo solicitara, aun así, necesitaba gozar de un rato en ese parque solo para leer. La invite a sentarse conmigo, no podía negar que me era atractiva por la peculiaridad de su persona. Pasaba el tiempo y como hilo una conversación nos llevaba a otra, sin inmutarnos, olvidando que la brizna caía sobre nosotros. La conversación había desvanecido todo metodismo en mi, y caía en cuenta de que era indescifrable, otro atributo que me hacia prenderme de ella, tanto que temía el advertirme descubierto de esa veta que redundaba en mis ojos altivos y pendientes de cada gesto, cada ademán, cada muestra de su complejo actuar. La tarde se paso a un “coffeeshop”, raro en mi puesto que no era muy devoto a tomar café, pero el lugar tenia un ambiente tan propio de mi, rustico, con un balcón que daba a la calle principal, no tardamos en pedir ni tardaron en servirnos, y como niños nos olvidamos del la galantería de un café caliente y pedimos algo frío en medio del álgido clima. Las bebidas disminuían al calor de la charla, mientras que las dudas de mi aumentaban, ya no sabia que hacer ante sus etéreos ojos tan intimidantes frente a los mios. Siempre me había considerado un “as” para comprender lo oculto detrás de una persona, pero hoy me vi envuelto en mi propio juego, era un lío de mi, me había mostrado tal como era, y no sabia si realmente guardaba la admiración que trataba de ocultar, pero me era inclusive, sin recelo, solo disfrute de la platica que en años no había tenido...
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