Estadio de Francia, cómo fracasó la organización de la final de la Champions League
Manage episode 331573960 series 1217204
El 28 de mayo se celebró en París la final de la Champions League de Fútbol. Un evento que debía ser festivo pero que acabó empañado por las agresiones a los hinchas, los graves problemas de organización y la polémica.
Escuchen el reportaje, haciendo clic en play, encima de la foto.
Colas interminables, hinchas aplastados o gaseados por la policía, agresiones y robos, y un partido que tuvo que empezar más de media hora tarde. ¿Qué falló en la organización de este gran evento deportivo?
La final de la Champions League 2022 tendría que haberse celebrado en San Petersburgo, pero a causa de la invasión rusa de Ucrania, la UEFA, el máximo organismo del fútbol europeo, decidió trasladarla a París. Las autoridades francesas tuvieron apenas 3 meses para prepararse, cuando normalmente las ciudades tienen año y medio para organizar estos grandes eventos.
El Estadio de Francia, donde se jugó el partido, se encuentra en la periferia norte de París, en la ciudad de San Denis. Se puede acceder en transporte público, con una línea de metro y dos de tren suburbano. Una de estas líneas de tren estaba en huelga, por lo que la mayoría de los seguidores del Liverpool tomaron la otra, la línea D, y a la salida empezó su calvario, como describe Nicolas Hourcade, sociólogo especializado en los aficionados del fútbol. “A la salida del RER, el tren suburbano de la región parisina, los seguidores del Liverpool fueron mal dirigidos. Eso creó un cuello de botella antes de uno de los pre-controles de los billetes. Miles de personas se quedaron allí atascadas durante horas,” estima el profesor de la Escuela Central de Lyon.
Tras horas de atasco, la policía francesa levantó los pre controles de improviso y una verdadera avalancha humana se dirigió al estadio. Miles de personas pasaron de estar atascadas en un estrecho túnel a agolparse ante las entradas al estadio. El personal fue incapaz de darles paso con rapidez y el retraso se fue acumulando. Además, no todos los que llegaron a las puertas iban con buenas intenciones. “Al levantar el primer punto de filtraje, se permitió el acceso a las cercanías del estadio a personas sin billete y con malas intenciones: ladrones oportunistas que quisieron aprovechar la ocasión para infiltrarse en el perímetro,” señala Nicolas Hourcade.
Una vez dentro, algunos oportunistas sin billete se dedicaron a rondar entre los aficionados, intentando robar entradas, celulares, billeteras, o simplemente colarse en el partido.
Ante el caos, los robos, las agresiones y la impaciencia creciente de los aficionados que veían como se acercaba la hora del partido y la fila no avanzaba, la policía reaccionó con más violencia, lanzando gases lacrimógenos contra hinchas pacíficos. Más de 2500 nunca pudieron entrar al estadio según el diario Le Monde. Miles de ellos solo vieron la segunda mitad del encuentro.
Claramente los aficionados del Liverpool son las víctimas de estos incidentes - Nicolas Hourcade
Las autoridades francesas salieron al paso del escándalo acusando a los fans del Liverpool de haber venido con entradas falsas, provocando así el caos. En realidad, sí hubo entradas falsas, como en casi todos los grandes eventos. La UEFA detectó unas 2800, muchas menos de las que anunciaba el ministro francés del interior, que llegó a decir que entre 30.000 y 40.000 ingleses habían venido sin entradas o con tiquetes falsos.
Para el sociólogo especializado en la afición del fútbol, Nicolas Hourcade, las autoridades francesas han tratado los aficionados de la Champions League como tratan a sus propios fans del fútbol. “Claramente los aficionados del Liverpool son las víctimas de estos incidentes. Algunos seguidores del Real Madrid también fueron víctimas. El problema es que en Francia la afición futbolística sufre de una muy mala imagen, especialmente los hinchas que se desplazan a otras ciudades para ver a sus equipos. Se los ve como a personas peligrosas y realmente poco importantes. La policía los trata con mucha dureza”, estima Hourcade, que ha dirigido varias investigaciones sobre los aficionados del fútbol francés.
“En Francia, a la mínima tensión se prohíbe el viaje de los seguidores del equipo rival. Cuando en realidad el riesgo de violencia es mucho menor que en otros países como, por ejemplo, en Argentina entre hinchas rivales. A golpe de prohibiciones de desplazamientos la policía no tiene experiencia en gestión de grandes grupos de aficionados. Eso culmina en malos tratos hacia los hinchas, uso excesivo de gases lacrimógenos y una falta de estrategias policiales realmente útiles. Finalmente, la estrategia de las autoridades francesas fue de no asumir su responsabilidad en lo ocurrido y echarle la culpa a otro. Como los hinchas británicos siguen teniendo en Francia la fama de ser unos hooligans, se les echó la culpa a los seguidores del Liverpool,” apunta el sociólogo.
Esta población [de San Denis] ha vivido con muchos estigmas - Emmanuel Bellanger
También se le echó la culpa a la población de San Denis, donde está situado el estadio, y en general a su departamento, Sena San Denis, el más pobre de Francia. Se llegó a decir que 400 jóvenes de los empobrecidos barrios de la zona habían acudido en banda para agredir y robar a los hinchas Apenas 48 ladrones fueron detenidos y solo uno residía legalmente en Sena San Denis. ¿Cuáles son los orígenes de la estigmatización de este departamento y de su población? Responde Emmanuel Bellanger, historiador especializado en las ciudades de la periferia parisina.
“El barrio del Estadio de Francia estuvo en el centro de una de las mayores zonas industriales del país en el siglo XIX. En la segunda mitad del siglo XX vivió la desindustrialización y el consecuente empobrecimiento de la población. La Sena San Denis siempre fue un lugar de acogida de las migraciones, primero los franceses que venían del campo y después los migrantes de las antiguas colonias francesas. Esta población ha vivido con muchos estigmas. Se los veía como a obreros pobres y peligrosos porque se rebelaban contra la autoridad y adherían a tesis políticas radicales. El estigma nunca ha cesado,” asegura el investigador del CNRS (Centro nacional de investigaciones científicas).
Los incidentes del Estadio de Francia se colaron en la campaña electoral para las elecciones legislativas francesas. El gobierno pareció desorganizado y mal preparado para el Mundial de Rugby de 2023 y los Juegos Olímpicos de 2024.
Para el sociólogo Nicolas Hourcade, hubo tres errores principales que hay que corregir: “Las lecciones de este evento son que hay que mejorar las indicaciones y los paneles que llevan al estadio porque hoy por hoy no son claros, y menos aún para personas que no hablan francés. Segundo, hay que recibir a los aficionados extranjeros, al público, en Francia como buenos anfitriones, lo que no ocurrió en esta final. Pero como los aficionados del rugby y de los Juegos Olímpicos no tienen mala fama como los del fútbol, no creo que ese problema se vuelva a dar. Por último, hay que proteger a los hinchas de los ladrones, que vienen atraídos por un evento en el que se maneja mucho dinero”.
Gran parte de los Juegos Olímpicos de 2024 tendrán lugar en Sena San Denis. Según Emmanuel Bellanger, es necesario integrar a la población local en el evento. “Para evitar que la población se sienta excluida, habría que asociarla a la olimpiada, cultural y deportiva. Para que se convierta en un proyecto común y los habitantes no tengan la sensación de ser dejados de lado, como suele ser el caso de los que no consiguen nunca entrar en los estadios porque no se pueden permitir las entradas”.
El Liverpool y el Real Madrid han pedido explicaciones a las autoridades francesas por el caos que rodeó la final de la Champions. Por su parte, el prefecto de policía de París acabó reconociendo, casi dos semanas después, que la organización del evento fue un fiasco y alentó a los hinchas a que presenten denuncias en Francia gracias a un formulario especial.
323 επεισόδια